Canto X
Mientras Virgilio muere en Bríndisi no sabe
que en el norte de Hispania alguien manda grabar
en piedra un verso suyo esperando a la muerte.
Éste es un legionario que, en un alba nevada,
ve alzarse un sol de hierro de entre los encinares,
Sopla un cierzo que apesta a carne corrompida,
a cuerno requemado, a humeantes escorias
con oro, en las que escarban con sus lanzas los bárbaros.
Un silencio más blanco que la nieve, el aliento
helado de las bocas de los caballos muertos,
caen sobre su esqueleto como petrificado.
«Oh dioses, ¿qué locura me trajo hasta estos montes
a morir y qué inútil mi escudo y esta espada
contra un amanecer de hogueras y de lobos?
En mi villa de Cumas un aroma de azahar
madurará en la boca de una noche azulada
y mis seres queridos pisarán ya la yerba
segada o nadarán en playas con estrellas.»
Sueña el sur el soldado y, en el sur, el poeta
sueña un sur más lejano; mas ambos sólo sueñan,
en brazos de la muerte, la vida que soñaron.
«No quiero que me entierren bajo un cielo de lodo,
que estas sierras tan hoscas calcinen mi memoria.
Dioses míos: cómo odio la guerra mientras siento
gotear en la nieve mi sangre enamorada.»
Al fin, cae la cabeza hacia un lado, y sus ojos
se clavan en los ojos de otro herido que escucha:
«Grabad sobre mi tumba un verso de Virgilio».
Antonio Colinas, Noche más allá de la noche , 1980-1981.
Cada vez que leo este poema no puedo evitar preguntarme en qué verso estaría pensando Colinas para la tumba del legionario y me acuerdo de esta inscripción en piedra caliza, hallada en Peñalba de Villastar (Teruel), y que contiene 2 versos de la Eneida de Virgilio:
Tempus erat quo prima quies mortalibus aegris / inc[ipit] (Aen. II, 268-269)
Era la hora en la que empieza el primer descanso para los dolientes mortales (Aen. II, 268-269)
Llama la atención que debajo de la cita virgiliana aparezca inscrito Nescio qui (Desconozco quién). Podría tratarse de que la misma persona u otra, pues a mí me parece que la caligrafía no coincide con la cita de arriba, lo escribiese al preguntarse de qué autor son los versos. Otra posibilidad, si se interpreta como Nescio qui[d] (Desconozco qué), podría ser que quien lo inscribió no se acordaba de cómo seguía el verso 269 inc[ipit et dono diuum gratissima serpit].
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