EURÍPIDES EL ATENIENSE
Envejeció entre las llamas de Troya
y en las canteras de Sicilia.
Gustaba de las grutas en la playa y de los paisajes del mar.
Vio las venas de los hombres
como una red donde los dioses nos atrapan como a alimañas;
intentó romperla.
Era hosco y escasos fueron sus amigos;
llegó la hora y los perros lo despedazaron.
(Traducción de Pedro Bádenas, ed. Alianza)
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