Detén tu paso, caminante, frente al lago sereno:
la mar rizada y los barcos atormentados,
los caminos que envolvían montañas y engendraban estrellas,
todo acaba aquí en esta dilatada superficie.
Dioscórides Anth. Gr. 7, 76
Ἐμπορίης λήξαντα Φιλόκριτον, ἄρτι δ᾿ ἀρότρου
γευόμενον, ξείνῳ Μέμφις ἔκρυψε τάφῳ,
ἔνθα δραμὼν Νείλοιο πολὺς ῥόος ὕδατι λάβρῳ
τἀνδρὸς τὴν ὀλίγην βῶλον ἀπημφίασε.
καὶ ζωὸς μὲν ἔφευγε πικρὴν ἅλα· νῦν δὲ καλυφθεὶς
κύμασι ναυηγὸν σχέτλιος ἔσχε τάφον.
A Filócrito, que había dejado el comercio y que hace poco
probó el arado, la ciudad de Menfis lo enterró en una tumba extranjera.
Allí el gran torrente, que corría del Nilo, con una violenta ola
a este hombre arrebató del pequeño túmulo.
En vida escapó del amargo mar. Pero ahora, estando cubierto
por las olas, el desdichado tiene una tumba de náufrago.
Platón Anth. Gr. 7, 265
Ναυηγοῦ τάφος εἰμί· ὁ δ᾿ ἀντίον ἐστὶ γεωργοῦ·
ὡς ἁλὶ καὶ γαίῃ ξυνὸς ὕπεστ᾿ Ἀΐδης.
Soy la tumba de un náufrago y en frente está la tumba de un agricultor.
El Hades está debajo tanto del mar como de la tierra.
Posidipo Anth. Gr. 7, 267
Ναυτίλοι, ἐγγὺς ἁλὸς τί με θάπτετε; πολλὸν ἄνευθε
χῶσαι ναυηγοῦ τλήμονα τύμβον ἔδει.
φρίσσω κύματος ἦχον, ἐμὸν μόρον. ἀλλὰ καὶ οὕτως
χαίρετε, Νικήτην οἵτινες οἰκτίρετε.
Navegantes, ¿por qué me enterrasteis junto al mar? Bastante lejos de aquí
debería cubrirse la desgraciada tumba del náufrago.
Tiemblo ante el estruendo de las olas, mi fatalidad. Pero aun así,
saludos a los que os compadecéis de Nicetas.
Platón Anth. Gr. 7, 269
Πλωτῆρες, σώζοισθε καὶ εἰν ἁλὶ καὶ κατὰ γαῖαν·
ἴστε δὲ ναυηγοῦ σῆμα παρερχόμενοι.
Marineros, tened cuidado en el mar y en la tierra.
Sabed que esta tumba por la que pasáis es de un náufrago.
Calímaco Anth. Gr. 7, 277
Τίς, ξένος ὦ ναυηγέ; Λεόντιχος ἐνθάδε νεκρὸν
εὗρέ σ᾿ ἐπ᾿ αἰγιαλοῦ, χῶσε δὲ τῷδε τάφῳ,
δακρύσας ἐπίκηρον ἑὸν βίον· οὐδὲ γὰρ αὐτὸς
ἥσυχος, αἰθυίῃ δ᾿ ἶσα θαλασσοπορεῖ.
¿Quién eres, náufrago extranjero? Aquí Leóntico
encontró tu cadáver por la playa y te erigió la tumba,
llorando por su vida perecedera. Pues él no
está en calma, sino que semejante a un pájaro1El ave es la pardela recorre el mar.
Arquias Anth. Gr. 7, 278
Οὐδὲ νέκυς, ναυηγὸς ἐπὶ χθόνα Θῆρις ἐλασθεὶς
κύμασιν, ἀγρύπνων λήσομαι ἠϊόνων.
ἦ γὰρ ἁλιρρήκτοις ὑπὸ δειράσιν, ἀγχόθι πόντου
δυσμενέος, ξείνου χερσὶν ἔκυρσα τάφου·
αἰεὶ δὲ βρομέοντα καὶ ἐν νεκύεσσι θαλάσσης
ὁ τλήμων ἀΐω δοῦπον ἀπεχθόμενον·
μόχθων οὐδ᾿ Ἀΐδης με κατεύνασεν, ἡνίκα μοῦνος
οὐδὲ θανὼν λείῃ κέκλιμαι ἡσυχίῃ.
Todavía no estoy muerto. Yo, Teris el náufrago, fui arrojado a la tierra
por las olas, y no olvidaré la orilla que no deja dormir.
Pues bajo las laderas de las rocas escarpadas, cerca del mar
hostil, obtuve de manos de un extraño una sepultura.
Pero siempre el mar ruge sobre los muertos
y yo, desgraciado, oigo su odioso bramido.
Ni el Hades me dio descanso de los sufrimientos, ni aún estando solo
y muerto he podido yacer en tranquilidad y calma.
Anónimo Anth. Gr. 7, 279
Παῦσαι νηὸς ἐρετμὰ καὶ ἔμβολα τῷδ᾿ ἐπὶ τύμβῳ
αἰὲν ἐπὶ ψυχρῇ ζωγραφέων σποδιῇ.
ναυηγοῦ τὸ μνῆμα. τί τῆς ἐνὶ κύμασι λώβης
αὖθις ἀναμνῆσαι τὸν κατὰ γῆς ἐθέλεις;
Deja de pintar los remos y el espolón de la nave sobre mi tumba
y sobre mis frías cenizas.
Es de un náufrago la tumba. ¿Por qué esta desgracia
causada por las olas quieres otra vez recordarle a este, que yace bajo tierra?
Filipo Anth. Gr. 7, 382
Ἠπείρῳ μ᾿ ἀποδοῦσα νέκυν, τρηχεῖα θάλασσα,
σύρεις καὶ τέφρης λοιπὸν ἔτι σκύβαλον.
κἠν Ἀΐδῃ ναυηγὸς ἐγὼ μόνος, οὐδ᾿ ἐπὶ χέρσου
εἰρήνην ἕξω φρικαλέης σπιλάδος.
ἢ τύμβευε κενοῦσα καθ᾿ ὕδατος, ἢ παραδοῦσα
γαίῃ, τὸν κείνης μηκέτι κλέπτε νέκυν.
Me dejaste muerto en la tierra, mar salvaje,
y arrastras los restos de las cenizas.
Yo, que estoy solo y náufrago en el Hades,
no estaré en paz sobre la sólida y áspera roca.
Entiérrame llevándome a las olas, o déjame
en la tierra y no robes de esta tierra mi cadáver.
Filipo Anth. Gr. 7, 383
Ἠιόνιον τόδε σῶμα βροτοῦ παντλήμονος ἄθρει
σπαρτόν, ἁλιρραγέων ἐκχύμενον σκοπέλων·
τῇ μὲν ἐρημοκόμης κεῖται καὶ χῆρος ὀδόντων
κόρση· τῇ δὲ χερῶν πενταφυεῖς ὄνυχες,
πλευρά τε σαρκολιπῆ, ταρσοὶ δ᾿ ἑτέρωθεν ἄμοιροι
νευρῶν, καὶ κώλων ἔκλυτος ἁρμονίη.
οὗτος ὁ πουλυμερὴς εἷς ἦν ποτε. φεῦ μακαριστοί,
ὅσσοι ἀπ᾿ ὠδίνων οὐκ ἴδον ἠέλιον.
Observa en la orilla el cuerpo esparcido del desgraciado mortal,
arrojado en las escarpadas rocas.
Allí descansa la cabeza sin pelo y sin dientes;
y allá, cinco dedos de las manos;
aquí, las costillas sin carne y los pies sin
tendones, y las extremidades sin articulaciones.
Estas múltiples partes hace tiempo fueron un solo cuerpo. ¡Ay dichosos
cuántos tras nacer no vieron el sol!
Odysseus und Polyphemus. De Arnold Böcklin
Referencias: Paton, W. R. (1917). The Greek Anthology, Volume II: Books 7-8. Harvard University Press.
Sánchez Sergueeva, M. (10 de marzo de 2024). Epitafios de náufragos en la Antología Griega. Epistemomanía. https://epistemomania.com/epitafios-de-naufragos-en-la-antologia-griega/
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Algunos dicen que fue Sócrates, otros que Aristóteles, y otros más se lo atribuyen a Anacarsis haber dicho: “Hay tres clases de hombres, los vivos, los muertos, y los que están en el mar”.
En cualquier caso, estos epitafios me recordaron esta frase, que da cuenta de cuán peligrosas eran las travesías por el mar. ¡Pobres náufragos!
Casi equiparo esa frase al experimento mental del gato de Schrödinger. No se sabe la condición del marino, aunque se sepa del naufragio.
Me has recordado también a Seikilos y el epitafio musical que hizo grabar en una columna en honor a su esposa. Imagino que, en este caso, habría sido el hombre quien quedaría cual náufrago, en abrumadora soledad, en el mar inhóspito por la ausencia de su amada Euterpe. Aunque este epitafio es un poco más alentador:
«Mientras vivas, brilla, no temas nada en absoluto. Que la vida dura poco, y el tiempo exige el final”.
https://youtu.be/6-2IR4mpf7U?si=UwtiBDRzQXmNWfRm
La navegación era una actividad fundamental en la Antigua Grecia. Morir en el mar es realmente duro y aterrorizador, y peor aun si es en un territorio extranjero, lejos de su patria y familiares, pues para ellos era muy importante poder enterrar el cuerpo de su ser querido. Me parece muy descriptiva la frase “Hay tres clases de hombres, los vivos, los muertos, y los que están en el mar”. He estado buscando cuál podría ser su fuente, no está muy claro, pero algunos dicen que lo más parecido es una cita que, según Diógenes, se atribuye al filósofo Anacarsis : «Al ser preguntado por quiénes eran más numerosos: los vivos o los muertos, dijo «¿Dónde colocas a los que navegan?»» (ἐρωτηθεὶς πότεροι πλείους εἰσίν, οἱ ζῶντες ἢ οἱ νεκροί, ἔφη, «τοὺς οὖν πλέοντας ποῦ τίθης;» [Diógenes, Vidas de filósofos ilustres I, 104])
Muchas gracias por compartir el video del epitafio de Seikolos, que es muy interesante porque además de una inscripción, ofrece una anotación musical, y creo que es de los pocos testimonios que tenemos acerca de las notaciones musicales en Grecia.
Gracias a ti por compartir tu conocimiento y gusto por la literatura griega. Es muy estimulante. =)
Y sí, es probable que Anacarsis sea el responsable de tal observación, dramáticamente cierta por cierto, aun hoy en día.
Μuchísimas gracias, Dante, me anima mucho. Un placer compartir la literatura griega,
¡¡¡Qué delicia!!!… ¡Tú no tienes idea de cómo he disfrutado este post acerca de «Epitafios de náufragos en la Antología Griega»! De por sí, yo —como poeta que soy— siento cierta obsesión con los epígrafes, epigramas y epitafios —y toda poema minúsculo que se pueda embutir intacto enla longitud de tres versos como en los haiku—.
Platón —en un intento de normalizar los epitafios— los limitaba a la longitud de cuatro versos hexámeros. ¿Se pueden hacer versos hexámeros en idioma español?, ¿no, verdad? Creo que debe resultar muy interesante el sólo hecho de intentarlo.
El epitafio inevitablemente está muy vinculado al epigrama —siempre lo confundo con el epígrafe— y el poeta Cirilo en el siglo I a.C. decía que, «El epigrama perfecto tiene sólo dos versos» —¿¿¿él era poeta???, estoy suponiendo que sí; pero ya sabes lo que dice el refrán: «El que supone, ¡pierde!», o sea, nunca hay que dar las cosas por sentado—.
Una vez le escuché decir a alguien que, la función del epitafio —si es que se le puede decir así— es que pueda ser leído por el transeúnte que pasa frente a la lápida, sin la necesidad que tenga de detenerse… Claro, y tiene lógica, tiene que ser algo ingenioso, corto y preciso, como incisiones hechas con un escalpelo.
Esos pie de la métrica latina como los jambos, dísticos, troqueos, anfíbraco, espondeo, anapesto, etc., etc., ¿se pueden hacer en idioma español o solamente se pueden escribir en idioma griego?… Digo, como en español no existe eso de sílabas breves y largas.
Saludos.
Chane García.
…
Me alegro de que hayas disfrutado. En castellano se pueden componer versos en hexámetros dactílicos. Para ello, una sílaba tónica en castellano se mide como una sílaba larga griega y una sílaba átona como una breve, aunque hay excepciones porque en algunos casos una sílaba átona se mide como una larga.
Te recomiendo las siguientes traducciones adaptadas al hexámetro dactílico:
-La traducción de la Odisea, hecha por José Manuel Pabón (ed. Gredos), cuyo comienzo es:
Musa, dime del hábil varón que en su largo extravío,
Si lo mides, la métrica es: –– –UU –UU –UU –UU ––
-La traducción del canto I de la Eneida, realizada por Vicente Cristóbal (ed. Renacimiento), que empieza así:
Canto las armas y al hombre que vino el primero de Troya
Si lo mides, da un hexámetro dactílico: –UU –UU –UU –UU –UU ––
Teniendo en cuenta la acentuación en castellano y su adaptación al metro griego (tónica=larga, átona=breve), se pueden adaptar versos a otros metros como el dístico elegíaco. Es todo un arte.
Para comprender mejor la métrica griega y latina son de gran utilidad los siguientes manuales:
Manual de Métrica Griega de Guzmán Guerra.
Prosodia y métrica del latín clásico de Lucio Ceccarelli.
Un abrazo,
María