La negra tierra bebe, y los árboles se la beben, el mar se bebe los torrentes, el sol se bebe el mar, la luna se bebe el sol. ¿Compañeros, por qué os peleáis conmigo, que también quiero beber?
Escena simposíaca. Detalle del exterior de un kylix.
¡Bebamos! ¿Por qué esperamos a los candiles? ¡Acaba de amanecer! Cariño, coge las grandes y multicolores copas. El hijo de Sémele y de Zeus dio el vino a los seres humanos para que se olviden de las preocupaciones. ¡Vierte mezclando un tercio de vino con dos de agua hasta llenar el borde y echa una copa tras otra…!
Escena simposíaca de la Tumba del nadador de Paestum.
Véase también Anacreónticas fr. 45 en el que se menciona que el vino hace que nuestras preocupaciones cesen.
Cuando en las violentas tormentas los marineros temen a los fuertes vientos, arrojan la carga y dirigen la nave a tierra firme. Ojalá yo no navegue de un lugar a otro durante la tormenta ni esté dispuesto a tirar al profundo mar todos los bienes deshonrosos y honrosos.
Sino que Nereo, que dirige su procesión en el mar, si es posible, reciba mis mercancías…
Кораблекрушение у скал (Naufragio en las rocas), Aivazovski. 1870
Imagen del Oxyrhynchus papyri 1931 fr. 9 que contiene los versos fragmentados de este poema
*Texto con las conjeturas de la edición de Edmonds (1922).
Referencias: Edmonds, J. M. (1992). Lyra graeca (vol. 1). William Heinemann.
Lucero de la mañana, no hieras a Eros ni aprendas a tener un corazón despiadado cuando te juntes con Ares. Sino que al igual que antes, al ver a Faetón en casa de Clímene, no cogiste el camino rápido desde el este, del mismo modo esta noche, la cual he deseado y ha aparecido, regresa lentamente como los cimerios1.
El amor que tengo es una herida. De mi herida se derrama como la sangre una lágrima, y mi herida nunca cicatriza. También estoy debilitado por la desgracia y Macaón2 no me administra sus fármacos calmantes que necesito. Soy Télefo3. Muchacha, sé mi leal Aquiles. Cálmame mi dolor con tu belleza, la misma con la que me heriste.
Aquiles curando a Télefo. Relieve de mármol, I a.C., hallado en Herculano.
Recogen las uvas anualmente y nadie se aleja de las zarzas cuando corta el racimo. Pero a ti, de brazos rosados, objeto de mis pensamientos, te tengo entrelazada en una elegante cuerda y cosecho tu amor. Ni un verano ni otra primavera puedo esperar porque para mí tú estás llena por completo de gracia. Que todo el tiempo estés en la flor de la juventud. Pero si te llega una zarza torcida al arrugarte, lo soportaré porque te quiero.
Una vez un pastor, al ver a Níobe llorar, se asombró al saber que una piedra pudiera llorar. Pero de mí, que me lamentaba en la larga oscuridad de la noche, no se compadecía Evipe, piedra en vida. En ambos casos el culpable es Eros, que lleva el dolor a Níobe por sus hijos y portador de mis sufrimientos.
Niobe transformed into the Weeping Rock. De Artus Scheiner, 1920.
Tu boca me alcanza con gracia; tu cara, con flores; tus ojos, con amor; tus manos, con la lira. Con tus ojos robas la luz de mi mirada; con un poema, mis oídos. En todas partes atrapas a los desgraciados solteros.
«Mañana te veré». Pero nunca sucede, sino que la espera, como de costumbre, siempre se demora. Esto es lo que me agradeces, a mí que te deseo. A otros les llevas regalos, pero tú rechazas mi lealtad. «Por la tarde te veré». Pero ¿qué es «por la tarde» para una mujer? La vejez llena de innumerables arrugas.
Más allá de las expectativas llegaste a mí, que te ansiaba. Y con asombro sacudiste por completo la ilusión de dentro de mi corazón y tiemblo. Mi corazón se estremece profundamente por la pasión, mi alma se está ahogando en las olas de Cipris. Venga, sálvame, a mí que soy un náufrago, cuando aparezca en tierra firme, acogiéndome dentro de tu puerto.
¿Por qué la espada está fuera de la vaina? No es, muchacha, para cometer ningún mal contra Cipris, sino para enseñarle a Ares, que aunque sea cruel, fue sometido por la dulce Cipris. Esta espada es la compañera de mi amor, y no necesito un espejo, sino que en ella misma yo me miro. Soy bello porque estoy enamorado. Pero si tú te olvidas de mí, la espada se hundirá en mi costado.
Con oro yo voy en busca del amor. Pues ni con el arado ni con la pala se hace el trabajo de las abejas, sino con el rocío primaveral. El oro es el hábil trabajador de la miel de la diosa nacida de la espuma.
Referencias: Paton, W. R. (1917). The Greek Anthology, Volume I: Books 1-5. Harvard University Press.
Según la Odisea, los cimerios vivían en el extremo de la tierra y allí nunca había sol, solo oscuridad. Cf. Od. 13, vv. 12-19. ↩︎
Macaón, hijo de Asclepio e ilustre médico en la Ilíada. Ἀσκληπιοῦ υἱόν, ἀμύμονος ἰητῆρος (Il. 2, 194). ↩︎
Télefo aparece mencionado una vez en la Odisea (Od. 11, 519) como padre de de Eurípilo. Por referencias a obras perdidas se sabe que antes de la expedición a Troya, Aquiles hirió con su lanza a Télefo en Misia. Télefo consultó al oráculo, que le respondió que sólo Aquiles podría curarle. Logró convencer a Aquiles y este le curó aplicándole en la herida los restos del óxido de su lanza. Cf. Ov. Pont. 2, 2, v. 26: profuit et Myso Pelias hasta duci (El pelida ayudó con su lanza al general de Misia) ↩︎
Aleksandr Pushkin (1799-1837) para su poema Земля и море «Tierra y Mar» toma como fuente al poeta bucólico Mosco (s. II a.C.), a quien cita al comienzo. Ambos poemas son un contraste entre el mar tranquilo y el mar agitado. El mar es peligroso, pero ¿por qué nos atrae? Cuando está en calma, su belleza y el susurro de sus olas, al igual que el canto de las sirenas en la Odisea, nos cautiva. Pero en cuanto el viento sopla violentamente e hincha el espumoso mar, naufragamos o huimos. Y al escapar, no queda más opción que refugiarnos en la tierra, allí donde, fuera de los peligros de Poseidón, también se puede encontrar la tranquilidad.
Cuando tranquilamente el viento se arroja sobre el glauco mar, mi cobarde corazón se anima, y ya la tierra no deseo, sino que el inmenso mar me agrada más. Pero cuando el grisáceo mar brama e hinchado forma espuma y las enormes olas se enfurecen, miro hacia la tierra y hacia los árboles, y huyo del mar. La tierra es bienvenida para mí y el sombrío bosque me agrada, allí donde, incluso si el fuerte viento sopla, el pino canta. El pescadero lleva una vida desgraciada. Su casa es su barco, su trabajo es el mar, y los peces son su presa errante. Sin embargo, bajo la frondosa palmera el sueño es dulce, y me gustaría escuchar la fuente que de cerca, al hacer ruido, agrada y no molesta al campesino.
Mosco prefiere la tranquilidad del mar al de la tierra, solo si éste está en calma. Pero si el mar empieza a agitarse por el viento, entonces se dirige a la tierra, donde el bosque lo acoge con el sonido del zarandeo de las hojas. Además, hace referencia a la dura vida del pescador, cuyo hogar es el mar y cuya vida es una incertidumbre, que depende del azar de la naturaleza.
Земля и море de Aleksandr Pushkin
Идиллия Мосха
Когда по синеве морей Зефир скользит и тихо веет В ветрила гордых кораблей И челны на волнах лелеет; Забот и дум слагая груз, Тогда ленюсь я веселее — И забываю песни муз: Мне моря сладкий шум милее. Когда же волны по брегам Ревут, кипят и пеной плещут, И гром гремит по небесам, И молнии во мраке блещут, — Я удаляюсь от морей В гостеприимные дубровы; Земля мне кажется верней, И жалок мне рыбак суровый: Живет на утлом он челне, Игралище слепой пучины. А я в надежной тишине Внимаю шум ручья долины.
Idilio de Mosco
Cuando sobre el azul de los mares El Céfiro se desliza y sopla suavemente En las velas de los orgullosos barcos Y en las olas acaricia las barcas; Entonces, dejando la carga de preocupaciones y pensamientos, Estoy perezoso, pero más alegre — Y olvido las canciones de las Musas: Me es más querido el dulce susurro del mar. Cuando las olas en las costas Rugen, hierven y salpican con la espuma, Y el trueno resuena en los cielos, Y los relámpagos resplandecen en la oscuridad, — Yo me alejo de los mares Hacia los hospitalarios robledales; La tierra me parece más segura, Y el severo pescador me da lástima. Vive en una frágil embarcación, Juguete del ciego abismo, Mientras yo en la amparada tranquilidad, Escucho el sonido del arroyo del valle.
Estamos ante un precioso poema de Pushkin con rima consonante y numerosas palabras poéticas, algunas ya en desuso como ветрила o челн. Cuando el glauco mar está en calma, a Pushkin le agrada, pues sus preocupaciones cesan y tan solo escucha el susurro de las olas. Pero si el mar empieza a rugir, entonces se refugia en la calma del valle. Es interesante el uso de Зефир para referirse al viento, pues Céfiro es el dios del viento del oeste. Mosco caracteriza al mar como un ser enfurecido, que grita y forma espuma, de igual manera Pushkin le está dando vida y fuerza al mar al emplear реветь, que es el rugir propio de los animales, y al usar кипеть «hervir» y плескаться «salpicar». Mosco dice γᾶ δέ μοι ἀσπαστά «la tierra es bienvenida para mí», Pushkin también lo hace, pero lo expresa con гостеприимные дубровы «los hospitalarios robledales». Al igual que Mosco, Pushkin también habla del pescador, que vive en una frágil embarcación, como si fuera un juguete en medio del abismo del mar.
Вид Константинополя и Босфора, de Aivazovski (1856)
Гнев морей, de Aivazovski (1886)
Por último, me gustaría contraponer las imágenes del mar en calma y el mar agitado mediante estos dos cuadros del pintor ruso Aivazovski, cuya temática de sus pinturas siempre estuvo ligada a los paisajes marítimos.
No entiendo la revuelta de los vientos. Una ola se arroja aquí y otra allá, y nosotros en medio somos llevados junto con la negra nave, estando muy fatigados por la gran tormenta. Pues el agua de la sentina4Cavidad inferior de la nave en la que se reúnen las aguas que se filtran por sus costados y por cubierta alcanza el pie del mástil. Ya la vela es transparente y hay enormes agujeros en ella, y las drizas5Cuerda o cabo para izar o arriar las velas se aflojan.
El pintor Lawrence Alma-Tadema pidió consejo al escritor Oscar Wilde sobre cómo transcribir correctamente algunos nombres griegos de las discípulas de Safo. Aunque no se conoce el contenido de la carta que Alma-Tadema dirigió a Wilde, sí se conserva la respuesta que recibió por parte de Wilde en 1880, gracias a su nieto Merlin Holland, quien recopiló en Oscar Wilde : a life in letters las correspondencias que mantuvo. Reproduzco la carta traducida del inglés1:
A Lawrence Alma-Tadema (Keats House, Tite Street [Finales de 1880-principios de 1881] Estimado señor Tadema: Existen notables dificultades para obtener una idea realmente correcta del griego en la época de Safo: Safo escribe en un período tan temprano, 610 a. C., que no tenemos ninguna inscripción contemporánea, y la primera moneda eólica data de 550. Tomando esto como mi punto de partida y siguiendo las formas eólicas de las letras, que son bastante distintas de las áticas, he elaborado la lista adjunta, que probablemente es lo más fiel que uno puede ser. Las formas caligráficas tempranas son curiosas y supongo que vienen condicionadas por el material sobre el que se escribían papel o pergamino-, mientras que en las formas más tardías las inscripciones en piedra se hicieron de uso común: así que las líneas se hacen más rígidas y rectas y, me parece a mí, menos hermosas. He escrito Mnasidika en lugar de Mnasidion, como en su carta; en todos los manuscritos se leía Mnasidika en el verso de Safo, y además Mnasidion es nombre masculino. Gyrinnos es la forma eólica de Gyrinna. Recuerdo que la otra noche hablaba usted de Catulo; uno de sus poemas más bellos está tomado de una canción de Safo que empieza ΦΑΙΝΕΤΑΙ ϜΟΙΚΕΙΝΟΣ. No sé si le interesará tachar esta nota literaria y ponerla en su mármol. Espero que cuando necesite cualquier información sobre cosas griegas, en las que le pueda ayudar, me lo haga saber. Siempre es un placer para mí trabajar en temas helénicos, y un placer doble hacerlo para cualquiera cuyo trabajo refleja, con tanta exquisitez y corrección como el suyo, ese hermoso mundo antiguo griego. Créame sinceramente suyo, OSCAR WILDE2
Wilde le contesta que, debido a la antigüedad de sus poemas y testimonios del dialecto eólico, es difícil conocer con exactitud la escritura eólica de Safo. Parece que Alma-Tadema, que intenta ser lo más realista y fiel en sus pinturas, tuvo dificultades con varios nombres griegos, entre ellos «Mnasidika» y «Girinnos». Como bien afirma Wilde, «Mnasidika» está atestiguado3, mientras que «Mnasidion» no lo está. También le explica que el nombre en eólico para «Girinna» es «Girinnos». Wilde aquí recoge la forma Γυρίννως del fr. 82C (εὐμορφωτέρα Μνασιδίκα τὰς ἀπάλας Γυρίννως «Mnasidica más atractiva que la amable Girinna»), aunque en este caso Γυρίννως no está en nominativo, sino en genitivo y concuerda con τὰς ἀπάλας. No se tiene atestiguado el nombre en nominativo, pero sí en dativo Γ]ύριννοι (fr. 29C). Por tanto, teniendo en cuenta el genitivo y el dativo, se podría reconstruir el nominativo como Γυρίννω, al igual que para el nombre Safo se encuentra la misma declinación: Ψάπφω, Ψάπφως. A continuación menciona la conversación que tuvieron acerca de Catulo y le cita las palabras ΦΑΙΝΕΤΑΙ ϜΟΙ ΚΕΙΝΟΣ del famoso fragmento 31 de Safo, que comienza así: φάινεταί μοι κῆνος ἴσος θέοισιν (Me parece semejante a los dioses). La alusión a Catulo se debe a su poema 51 Ille mi par esse deo videtur(Aquel me parece semejante a un dios), en el que imita el fragmento de Safo. Resulta interesante que Wilde lo escriba imitando la escritura de un papiro, con la letra en mayúscula y sin separación entre una palabra y otra. Además, no escribe ΦΑΙΝΕΤΑΙ ΜΟΙ, sino ΦΑΙΝΕΤΑΙ ϜΟΙ, emplea la digamma[Ϝ] en vez de la mi [μ]. No se trata de un error, sino de otra posible lectura que ha generado debate a lo largo del tiempo. Pues aunque Longino nos ha transmitido el fr. 31C con la forma μοι4, el gramático griego Apolonio Díscolo (II d.C.) cita el verso de Safo como ejemplo del uso de la digamma en el dialecto eólico para los pronombres: Αἰολεῖς (τὴν ‘οἷ’) σὺν τῷ ϝ· φαίνεταί ϝοι κῆνος, Σαπφώ (Los eolios escriben «para él» con ϝ. φαίνεταί ϝοι κῆνος, de Safo.)5.
Pocos meses después de recibir la carta, en 1881 Alma-Tadema finaliza de pintar su cuadro Sappho and Alcaeus. Safo y sus discípulas, sentadas en una exedra de mármol a pocos metros del mar, escuchan a Alceo tocar la cítara. Los nombres inscritos en el mármol son de sus discípulas, que por los testimonios papiráceos de los fragmentos de Safo, por la transmisión indirecta y por autores posteriores como Ovidio6 se conoce que fueron sus amantes: Mnasidica, Gongula de Colofón, Atis, Erinna de Telos, Gurinna, Anactoria. Por ejemplo, en el fragmento 82C aparecen mencionadas Mnasidica y Gurinna, en los fragmentos 49E , 96C y 131C se dirige a Atis, en el fr. 16C se menciona a Anactoria, y en los fr. 22C y 95C aparece el nombre de Gongula.
Se puede concluir que Alma-Tadema, aunque no optó por inscribir ΦΑΙΝΕΤΑΙ ϜΟΙΚΕΙΝΟΣ, sí le hizo caso a Wilde en lo que respecta a los nombres, pues utiliza Mnasidika y Gyrinnos. Por su parte, Wilde ha intentado proporcionarle correctamente los nombres transmitidos por la transmisión indirecta, pero no ha tenido en cuenta que Γυρίννως es probablemente un genitivo.
[ΜΝΑΣΙΔ]ΙΚΑ
ΓΟΓΓΥΛ[Α] ΚΟΛΟΦ[ΟΝΙΑ]
ΑΤΘΙΣ
ΕΡΡΙΝΑ ΤΕΛΙΑ
ΓΥΡΙΝΝΟΣ
ϜΑΝΑΚΤΟΡΙΑ ΜΙΛΕΣΙΑ
BIBLIOGRAFÍA
Campbell, David A. 1982. Greek Lyric, Vol. I: Sappho and Alcaeus. Harvard University Press. Holland, M. (2003). Oscar Wilde : a life in letters. Fourth Estate. Holland, M. (2024). Oscar Wilde. Una vida en cartas. Alba Editorial. Small, I. (2001) Some Unpublished Oscar Wilde Letters. The Courier, 135-141.
Notas
Reproduzco el texto traducido del inglés al castellano por Alberto Mira para Alba Editorial. ↩︎
La carta original: To Lawrence Alma-Tadema [Late 1880—early 1881] Keats House, Tite Street Dear Mr Tadema, There is a good deal of difficulty in obtaining a really correct idea of Greek writing at the time of Sappho: Sappho is so early, 610 Bc, that we have no inscriptions at all contemporary, and the earliest Aeolic coin is about 550. Taking this as my starting point and following out the Aeolic shapes of the letters, which are quite different from the Attic, I have drawn out the enclosed list, which is as accurate probably as one can get it. The early shapes are curious and I imagine are conditioned by the material on which they wrote – paper or parchment – as opposed to the later forms when stone inscriptions became usual: and the lines consequently more rigid and straight, and, it seems to me, less beautiful. I have written Mnasidika instead of Mnasidion as in your letter; all the MSS read Mnasidika in the line from Sappho, and besides Mnasidion is a man’s name. Gyrinnos is the Aeolic form for Gyrinna. I remember your talking about Catullus the other night- one of the most beautiful ofhis poems is taken from a still extantsong of Sappho’s beginning, ΦΑΙΝΕΤΑΙ ϜΟΙΚΕΝΟΣ I don’t know if you would care to strike that literary note and scrawl it on your marble? I hope that whenever you want any kind of information about Greek things, in which I might help you that you will let me know. It is always a pleasure for me to work at any Greek subject, and a double pleasure to do so for anyone whose work mirrors so exquisitely and righdy, as yours does, that beautiful old Greek world. Believe me sincerely yours OSCAR WILDE↩︎
«Mnasidika» aparece en el fr. 82C, transmitido gracias al gramático Hefestión. Cf. Tratado de métrica, 11.5 ↩︎
De nuevo me agita Eros, el que debilita los miembros, bestia agridulce e irresistible. Pero a ti, Atis, el pensamiento sobre mí te es odioso y vuelas hacia Andrómeda.
El fragmento 94C de Safo que hoy conocemos por el número 94 se debe a la edición de Campbell de 1982. Pero este fragmento ya fue editado anteriormente. Es interesante la edición crítica de Edmonds, publicada en 1909 y que influyó en poetas como Ezra Pound (cf. mi artículo sobre el poema Papyrus) y Richard Aldington (próximamente subiré un artículo). Pues resulta llamativo que además de recoger lo que transmiten los papiros, Edmonds ofrece sus propias reconstrucciones para los versos fragmentados. Por ese motivo este fragmento de Edmonds (fr. III), difiere de la edición moderna de Campbell (fr. 94), cuyo texto y traducción se puede consultar en Safo fragmento 94.